Evaristo Rivera Mart铆n es un venerable anciano aferrado a la vida como una lapa, tranquilo, pr谩ctico y sentimental. Encontr贸 en el trabajo de basurero la posibilidad de hacer una colecci贸n de libros inmensa, normalmente de libros sin inter茅s aparente o en un deplorable estado de conservaci贸n. Se beneficia de la tendencia de la "alta sociedad" a cambiar el papel por los medios audiovisuales, pues cada vez son m谩s molestos los numerosos tomos de papel, teniendo en cuenta que las viviendas son cada vez m谩s peque帽as. Evaristo pone mucho inter茅s en todos y cada uno de los libros que encuentra, pero si por cualquier motivo no mereciera la pena su lectura, sirven para avivar un buen fuego.
Nadie se lleva mal con Evaristo, sobre todo porque 茅l nunca ha hecho nada para ello, y si alguna vez se ha visto en problemas, sus compa帽eros del Departamento siempre est谩n dispuestos a protegerle. A煤n as铆, Evaristo no habla mucho, aunque cuando lo hace, suele utilizar frases recogidas de sus m煤ltiples lecturas, sin nombrar su origen, a menos que se lo pidan, para no parecer "arrogante", y a menudo al煤n compa帽ero le ha visto en alg煤n lugar apartado, recitando poemas de memoria, mirando al cielo o a ninguna parte.
En algunas festividades, sus amigos o conocidos traen a sus hijos, primos, o hermanitos para que les cuente cuentos, y Evaristo lo hace con un entusiasmo renovado, como si se sintiera feliz de transpasarles su conocimiento y las sensaciones que sus historias producen, porque el inter茅s que ponen los ni帽os por sus cuentos es mayor dle que ponen los mayores. A trav茅s de ellos intenta ense帽arles las cosas bonitas de la vida, la mayor铆a inaccesibles o desaparecidas hace tiempo.
Evaristo parece estar sumergido en su propia realidad, como si no quisiera aceptar la realidad de la sociedad. Sus cuentos favoritos son los que tratan de amor, sobre todo cuando acaban bien. tambi茅n le encantadescribir la naturaleza como era antes de que fuese necesaria la implantaci贸n de 谩rboles transg茅nicos resistentes a la contaminaci贸n; se emociona contando c贸mo eran los animales, ya extintos (salvo los que se han adaptado a las ciudades).
Cuando habla de casa de campo, lagos de cisnes, verdes bosques, de osos, 谩guilas, ardillas... los que a煤n no han oido ninguna de sus historias, cree estar oyendo de lugares extra帽os, imposibles, o tal vez hechos a la medida para alg煤n exc茅ntrico rico que ha comprado una porci贸n del planeta para satisfacer sus caprichos. Pero realmente, poco queda ya de aquello. En el fondo, Evaristo piensa que la 煤nica forma de que todo vuelva a la normalidad es que que se extinga la humanidad, y que la madre naturaleza vuenla a desarrollarse como ella misma dicte, pero no lo dice porque ya hay unas cuantas sectas que predicen el fin del mundo, y noquiere verse relacionado en dichos asuntos.
Evaristo Rivera tiene su propia idea de Dios. Ha le铆do mucho y ha llegado a una conclusi贸n, pero como se habla demasiado de ello, su opini贸n no iba a aportar nada importante. Se lo guarda para s铆 y para alg煤n ni帽o que le elija a 茅l como consejero.
Cuando est谩 de servicio se encarga del trabajo menos peligroso; no es que no se atreva, sino que sus compa帽eros le aprecian lo suficiente como para no exponerle a los delincuentes que esperan sacar hasta las tripas de quien cojan desprevenido por las calles. Una vez asegurada la zona, se dedica o bien a conducir el transportador, o el brazo mec谩nico o la pala. Hace ya tiempo, cuando su cuerpo le respond铆a perfectamente, era capaz de cualquier trabajo, por duro y peligroso que fuera, pero se ha visto relegado a posiciones m谩s seguras, con ciertas reticencias por su parte. A pesar de su aparente deterioro f铆sico, gracias a su afici贸n a leer mantiene su cerebro totalmente en forma, m谩s a煤n que la mayor铆a de la gente "normal", aunque su desviaci贸n hacia "su fantas铆a" haga que algunos opinen lo contrario.
F铆sicamente es un hombre enjuto, pero no aparenta ser d茅bil, sino m谩s bien como si hubiera concentrado toda su fuerza en la m铆nima cantidad de fibra posible, aunque en ocasiones parece perder los nervios y es incapaz de controlar sus movimientos.
Tampoco como mucho, porque sabe que los alimentos que se producen actualmente est谩n fabricados qu铆micamente, a pesar de lo que dice la publicidad, y de vez en cuando gasta bastante dinero en comprar alimentos de contrabando tra铆dos de alg煤n lugar donde se producen secretamente, a espaldas de las Corporativas Alimenticias, productos biol贸gicos. Evaristo sabe que es un lujo, pero no tiene muchos otros gastos. De vez en cuando comparte algo con alg煤n buen compa帽ero, pero sabe que est谩n perseguidos y lo mantiene bastante oculto.
Creador: Guillermo